"...Nótese que el síndrome de la cabeza explosiva no es un ejemplo de combustión humana espontánea ni tampoco involucra una verdadera explosión de la cabeza."
"También esta noche, tierra, permaneciste firme. Y ahora renaces de nuevo a mi alrededor. Y alientas otra vez en mi la aspiración de luchar sin descanso por una altísima existencia." Fausto, Goethe. 1808.